sábado, 8 de agosto de 2015

EL VIAJE ASTRAL O PORTICO ESTELAR



Hoy es 15 de Febrero de 2010 y me llamo Alter Ego, como ya os he dicho en anteriores ocasiones, estoy en un continua búsqueda de indicios que me lleven a determinar si hemos estado visitados por seres de otros mundos de remotas galaxias, tanto en el pasado mas remoto como ahora en tiempos mas recientes y actuales.

Siempre verificando historias y contrastando relatos de hechos paranormales de todo tipo.

La historia que viene a continuación tiene como protagonista a un periodista, aventurero y místico llamado Christopher Hapelton.

Desapareció y después de 15 días volvió a aparecer, esto sucedió cuando permanecía en un retiro voluntario en un perdido tempo de monjes tibetanos en las estribaciones del Himalaya, esto sucedió hace 30 años.

Cuando apareció estaba totalmente desorientado y delirando, contando un relato alucinante de lo que le había sucedido, una historia desconcertante y descabellada que a priori nadie creyó.

Seguidamente voy a contar lo que dejo escrito el periodista aventurero; probablemente lo vais a encontrar confuso y llena de incongruencias, aceros cargo del estado de shock en que debía hallarse cuando lo encontraron.

A mi entender podía tener algún trastorno mental o alteración del subconsciente producido por narcóticos suministrados por los monjes para producir efectos alucinógenos y así consiguiendo la sensación de viaje astral.

El relato da comienzo de una manera abrupta y directa es tal como se escribió y que yo así transcribo:
   
Sin mas, empiezo a viajar y me encuentro desplazándome a gran velocidad, y estoy a mucha altura, todo se ve con suma claridad, tengo la mente muy lucida, veo lo que comienza a ser el camino perdiéndose a lo lejos en un majestuoso macizo rocoso, tapado por las nubes y repleto de precipicios abismales donde no se les ve el fin.


Los valles parecen infinitos donde se pierde la vista, ahora desciendo como si fuera un pájaro y reemprendo la marcha sin mas dilación, para encontrar el lo mas profundo de mi mente algo que me guié. (seguramente buscaba algún tipo de señal dentro de su mente, el periodista perdido).

Empiezo a caminar por un sendero, cruzo bosques de árboles y plantas que no había visto nunca, me detengo a contemplar la impresionantes vistas, que tienen una belleza hipnotizante y misteriosa.

Sigo mi camino y en una gran grieta de la montaña distingo una pequeña aldea medio tapada por los hilos de niebla que van pasando, su aspecto desolado no me inspira demasiada confianza pero el sendero en que estoy me acerca a ella.

Tan pronto llego, me veo rodeado por unas gentes que no me parecen hostiles, pero me miran temerosos, seguramente soy el primer viajero que ven en su vida, todo esto es muy extraño.

Estoy en un viaje astral de mi cuerpo proyectado por mente, y tal vez desprenda un aura diferente que me da un aspecto fantasmagórico, a pesar de todo ello logro entablar un contacto con los habitantes de la aldea, de alguna manera consigo hacerme entender, dialogando de una manera sencilla.

Aun no me explico como he podido llegar allí, y de cómo puedo redirigir este viaje, de todos modos estoy donde estoy y tengo que mantener la calma.

Después de ganarme su confianza, les pregunto por el camino al que me debe llevar a las respuestas de mi viaje, no me saben decirme nada, no saben lo que les estoy preguntado, no pueden darme ninguna ayuda.

Así que sigo el sendero que cada vez se hace mas dificultoso y escarpado, el camino pasa por unas cornisas colgadas de unos precipicios que no se les ve el fin, tan solo un lejano rumor de aguas en lo mas hondo me dice hay un final.

Plantas irreconocibles a mi vista me acarician el cuerpo cuando paso, hermosas flores desprenden perfumes que me atraen e hipnotizan, la mente se estremece y siento escalofríos en todo el cuerpo por la extraña sensación que siento.

Estaba oscureciendo en la escarpada cordillera, donde me encontraba perdido pensando por donde seguir la búsqueda de las respuestas.

Cuando de pronto tras las cumbres asomaron tres lunas de diferentes tamaños y colores, una de ellas con anillos dorados, me quede estupefacto mis ojos no daban crédito por tanta belleza.


Poco a poco fui reaccionando del asombro, dándome cuenta que ya no estaba un la cordillera central del Nepal si no en otro planeta similar a la Tierra, mi fuerza mental era tal que me había transportado a otro lugar, y era totalmente desconocido por mi, estaba desconcertadísimo, aunque estuviera perdido un instinto me dice que tengo que seguir hasta el final.

No hay otra salida mas que continuar, no puedo desfallecer así que sigo caminando, muy a lo lejos oigo un murmullo que parecen ser como de algún animal desconocido por mi.

La ascensión no parece tener fin, y poco a poco el cansancio empieza ha hacer mella en mi, los susurros de antes se convierten en aullidos que se van acercando, aunque tengo curiosidad por saber de donde provienen no dejan de helarme la sangre.

Entonces recibo un fuerte golpe en la espalda que va acompañado de un grito desgarrador que me hacen perder el equilibrio y hace caer mi cuerpo al vació, atrapado en el dolor del golpe se apoderan de mi unas fuertes nauseas que me hacen perder el conocimiento.

Despierto envuelto de una espesa niebla de color púrpura, que me ahoga y me hace toser, tengo hinchada la garganta y me cuesta respirar, me doy cuenta que la vista se me vuelve a nublar y pierdo otra vez el conocimiento.

Cuando recupero el sentido, estoy en un catre cuidado por una bella y misteriosa mujer, que me hace permanecer estirado para acabarme de limpiar las heridas, totalmente entumecido no cuantos días he permanecido inconsciente, cuando logro articular alguna palabra le cuento lo sucedido a la bella desconocida, en los acantilados, lo del fuerte golpe que he recibido y el aterrador aullido.

La misteriosa mujer me cuenta que he tenido mucha suerte al caer, si no hubiera sido así estaría ya devorado por unas extrañas y feroces bestias que habitan en estos parajes.

Aquella mujer me cuenta que su padre un sabio ermitaño de las montañas y que estaba a punto de venir, quizás tuviera respuesta a mis preguntas y resuelva mi enigma, para que pueda marcarme el camino a seguir y dejar de estar perdido con mi mente en un viaje que parece ser sin retorno.

El anciano ermitaño llego, me escucho con atención y me explica que hay un camino pero muy peligroso, para yo encontrar las respuestas a mis preguntas, al parecer no tengo otra salida más que seguirlo.

Escuchando muy atentamente sus instrucciones y apuntando mentalmente cada detalle:

Hay un puente natural de roca que se pierde en la niebla, que esta custodiada por dos cascadas de un rió que no tiene fin ni nombre y se pierde en el infinito, esta en el extremo de las montañas mas altas de extraño planeta lleno de misterios.

Cuando lo cruces la puerta no mires nunca atrás, por que si no perderás el equilibrio y caerás sin remedio en el abismo, recuerda siempre hacia delante, tampoco hagas caso de las voces que te llamen, no escuches su lamento son devoradoras de almas, que se adueñan de los desdichados viajeros que las escuchan y se los llevan para siempre.

Luego cuando hayas cruzado el puente que esta pasado la puerta de piedra, encontraras un camino que te llevara directamente a la piedra de la encrucijada de los destinos, es una piedra con poderes mágicos llena de inscripciones, con mensajes indescifrables que nadie sabe quien los escribió, seguramente son para poder cruzar a la  dimensión de la que tú perteneces con tu mente, pero no es seguro.

Debes elegir bien la dirección, al frente hay un camino que te lleva a un bosque tupido y misterioso lleno de trampas y repleto de feroces animales, después a tu derecha encontraras un gracioso y agitado mar que se pierde en el horizonte tapado por espesas y nubes en un cambiante marco de colores lleno de relámpagos y truenos, y luego a tu izquierda esta el desierto de las piedras susurrantes, que con un calor abrasador las rompe en pedazos haciéndolas estallar como bombas y luego esta el viento que se levanta provocado por las altas temperaturas que lo arrastra todo y lo aplasta sin piedad.

Tienes que elegir la dirección acertada para volver a tu dimensión donde se encuentra tu planeta y la respuesta a tus dudas, para salvarte tienes hacer caso a la intuición y dejar fluir tu mente así lograras acertar, si no lo haces así te perderás irremediablemente por el resto de la eternidad y tu mente morirá junto contigo donde estés.

Emprendí de nuevo el viaje con la lección bien aprendida, había pasado todas las pruebas y me encontraba frente a la piedra de los destinos, pensando que camino tomar.

Cuando de pronto unos fuertes temblores se apoderaron de la tierra, y un sobrecogedor estruendo lo invadió todo, el sol que tenia encima empezó a desplazarse de un lado a otro como si algo mucho mas superior lo zarandease, el cielo se convirtió en un pandemonium de color rojo lleno de truenos y relámpagos negros que caían a tierra, uno de
ellos impactó en la piedra mágica partiéndola en miles de pedazos, entonces todo se colapso en una apocalipsis de un final inminente y sin remisión, estaba a las puertas del infierno pensé, y de golpe todo desapareció.

Oscuridad y silencio me envolvían en un manto impreciso no podía describir lo que sentía, estaba en una ingravidez flotando.

Y como arrancado de golpe sentí mi cuerpo desplazarse a la velocidad de la luz sin desintegrarse, una luz fría empezó a iluminar algo que parecía mi destino y que se me aproximaba a toda velocidad, cuando de pronto mi cuerpo freno el en descenso de una regresión de todas mis células amontonándose, fue cuando pare delante de lo que parecía una escalera de pierda que no parecía tener fin, pensé que aquello era la pesadilla final que acabaría conmigo.

No tenía otra salida más que continuar, así que me apresure a subir la larga escalinata, ahora ya como una obsesión para llegar al final fuese el que fuese, era una carrera de obstáculos onírica fuera de control que desafiaba la cordura de la mente.


Parecía que llevaba en la escalera una eternidad, la noción del tiempo había desaparecido, mi mente aprisionada en una tormenta de pensamientos extraños, visiones enloquecedoras y gritos de terror, que se amontonaban produciendo un dolor de cabeza lacerante y que me amenazaban con perder la conciencia de nuevo, para caer en otro mundo de dimensiones desconocidas.

Había entrado en un laberinto de una muerte diabólica, donde la espiral de autodestrucción era mi fin, parece que llego al final de la escalera que es cada vez mas estrecha, intuyo una luz que me marca el fin junto a unas siluetas haciéndome señales y acercándose, hasta que al final   consigo identificar sus caras, me están hablando, pero yo no los puedo oír, ahora si son un grupo de personas que tratan de ayudarme, lo veo cada vez mas claro y empiezo a oír lo que me dicen, me están preguntando si me encuentro bien y que es lo que me ha sucedido, son un grupo de una expedición de rescate de escaladores que va rumbo a las montañas del Himalaya.

Ahora si, abrí los ojos y de nuevo vi el cielo azul conocido, pero en mi mente tenia gravado detalle por detalle el viaje astral mas vivo que nunca.

Y hasta aquí amigos la historia del malogrado periodista Christopher Hapelton, que murió victima de un infarto cerebral poco tiempo después de lo ocurrido.

Supongo que habéis quedado de lo más atónitos después de leer el extraño episodio, presumo que igual que yo después de leerlo.

Ahora hace 30 años exactamente  que sucedió, y entonces los monjes tibetanos fueron culpados de la desaparición del periodista y de prácticas con drogas prohibidas pedidas por los extranjeros con el fin de experimentar sensaciones nuevas, tales como los viajes astrales tan de moda en aquella época.

No olvidemos que corrían los finales de los años ’70 y estábamos en medio de movimientos “Hippys”  con una proliferación de “Gurus” impostores con animo de lucro prometiendo falsas esperanzas de iluminación, a  discípulos ingenuos, por lo general casi todo el mundo empezaba un viaje iniciativo a países tales como la India y Nepal, en busca de nuevas experiencias místicas y regresiones para encontrarse con su yo universal.

Nadie pensó que podrían haber otras posibilidades en lo que paso, hasta la fecha, han tenido que pasar todos estos años para que la tecnología nos abriese los ojos.

Después de estudiar minuciosamente el texto que escribió mas tarde Christopher Hapelton, me quede con varios detalles que destacaban, el primero, la desaparición repentina y la aparición no menos sorprendente con los 15 días de interludio, segundo, el anochecer en una supuesta “Tierra” con la aparición de las tres lunas de diferentes colores y tamaños una de ellas con anillos dorados, tercero, los paisajes del todo surrealistas y sugerentes, propios de otro planeta.

Lugares totalmente desconocidos en la tierra, después de contrastar con una potente base de datos donde están cargados programas virtuales de descarga de fotografías de todos los lugares más recónditos y maravillosos del planeta, puedo decir que no existe nada que se le parezca, a lo descrito por el periodista.

(también cave la posibilidad, que podría ser producto de su enajenada imaginación, pero este detalle lo dejaremos en interrogante, debemos hacer mas consultas sobre el tema).

Pero donde quiero ir es a otro sitio, me explico, desde hace poco existe un programa secreto de la NASA que investiga la superficie de la tierra, con potentes rayos infrarrojos todo esto controlado por un satélite todavía en fase de pruebas, pero que esta dando muy buenos resultados en la investigación.

Os preguntareis por que digo todo esto, hace poco mis contactos secretos me pusieron en la pista, se han descubierto gracias a unas tecnologías muy avanzadas, se han descubierto que existen en algunas partes de la superficie de la tierra (llamémoslas especiales), que tienen “grietas invisibles” y que producen un elevado índice de radiación electromagnética intermitente, que se eleva como un cono en espiral hacia el espacio.

Y uno de estos sitios se encuentra situado nada más y nada menos que en el lugar que desapareció y volvió a aparecer el pobre periodista al cabo de 15 días.
Mi hipótesis es que nuestro amigo se aventuro sin saberlo y entro en esta “grieta invisible” y fue transportado en un “PORTICO ESTELAR” a un planeta desconocido en un viaje de ida y vuelta, con mucha suerte de su parte al volver con vida. (el pensaba que estaba realizando un viaje astral).

No me preguntéis como, no tengo respuesta para ello, están solo mi hipótesis, ahora deciros que esperanza no me falta para que más adelante se compruebe el fenómeno, y  se fundamente con pruebas sólidas.

Pensar que si fuera cierto lo que aquí argumento, revolucionaria la ciencia espacial y de paso abriría los ojos a tantas mentes incrédulas que piensan que estamos solos en esto y por consiguiente negando sistemáticamente, la existencia de otros mundos a parte del nuestro.

Seria el hallazgo que cambiaria la forma de pensar de la ciencia y los fenómenos físicos, un antes y después en la dilatada vida de la humanidad.


Alter Ego.

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